Mi banda sonora

Blog en el que se publican notas y videos relacionados con las canciones y autores de mi preferencia por su letra o su música (o porque me da la gana) y que han formado parte de mi historia.

miércoles, 12 de febrero de 2014

SABINA Y YO

Hoy cumple 65 años Joaquín Ramón Martínez Sabina

Yo lo conocí a mediados de los ochenta. 

El año no lo recuerdo. 


Cursaba yo la carrera de Arquitecto en el Tecnológico de Monterrey, y entre lo condiscípulos figuraba uno que tocaba guitarra y sabía muchas rolas de Serrat y Canto Nuevo. Era el alma de las reuniones fuera de clase. Un verano, una compañera tomo un curso de verano en España y regresó con varios casetes de Luis Eduardo Auté quien, afirmaba ella, era lo mejor en esos momentos en España; esos casetes los grabé yo para Miguel, el mencionado guitarrista, y para Miguelito (o sea yo). Las rolas estaban buenísimas y el resto del año anduve con esas rolas todos los días.

A finales de año, un amigo de la colonia juntó a la raza para dar una serenata, creo que fue en la colonia Anáhuac, en San Nicolás. De regreso, ya como entre la una y dos de la mañana, llegué a casa y recalenté unos tamales que hallé en el refri, encendí la tele y me senté en la sala a refinarme mi suculenta cena. La imagen del televisor apareció en el canal 10 (en ese tiempo todavía no era el canal de las estrellas) y estaba la nueva emisión ECO que duraba 24 horas con programación de noticieros, reportajes, etc. Pero en ese momento y para mi real asombro pude distinguir una voz familiar... ¡Era Auté! ¡En concierto! ¡En España!

La rola no la podía reconocer: “degenerado y mujeriego...” no la había escuchado en mi cortísimo repertorio de 2 casetes pirateados del original español; “con cierto aspecto de faquir...” era una rola que describía a alguien, tocada por Aute en guitarra acompañado por un requintista y cuya letra terminó en “pongamos que hablo... de Joaquín...”. Todo el público del concierto rompió en aplausos y por detrás de Auté salió un pelao flaco y sonriente, saludó y le dio un abrazo a Auté y, tras despedirlo, empezó a cantar: “Cada mañana bostezas, amenazas al despertador y te levantas gruñendo cuando todavía duerme el sol...”

Desde ese momento no pude dejar de ver el concierto y no he podido dejar de escuchar a ese “degenerado y mujeriego, con cierto aspecto de faquir...”

Para mi "mala fortuna" aquí en México no había absolutamente ningún casete y no se diga ni un CD de Sabina, pero de esas veces que la fortuna te brinda un pequeño guiño, una tarde de sábado que fui a rentar vídeos a Multicinemas (cuando Cinépolis de Garza Sada era Multicinemas y tenían una tienda de renta de películas y discos compactos donde hoy están las pizzas y el pollo Kentucky) me encontré en renta los álbumes: "El Hombre de Traje Gris" y "Sabina y Viceversa", el concierto que había visto en ECO algún tiempo atrás. Sobra decir que los renté y grabé en casete y los escuché casi diario por algunos años hasta que Sabina fue ganando terreno en el publico mexicano. Sobra decir que tengo todos sus discos, a excepción del primero (que según dijo el flaco en entrevista, compró todas las copias y los quemó, pues no quería que nadie escuchara un disco tan malo).

He tenido la oportunidad de haber asistido a todos los conciertos de Sabina en Monterrey. El primero, del que no recuerdo ni el año, fue en la ciclopista del parque Niños Héroes en el marco de la primera o segunda Feria de Monterrey. La noche del concierto me fui solo en mi tsurito blanco, el cual estacioné por González Bocanegra, pagué la entrada a la feria y me dirigí directo al velódromo. Los asientos eran bancas de madera y la concurrencia era mínima, el sonido estaba ubicado en el centro del área circundada por la pista en una torre de andamios (si mal no recuerdo) y el escenario estaba del lado de la curva norte. Entre una canción y otra, y entre una cheve y la siguiente, ahí me topé con Memo Aldape quien, descubrí en ese momento, gustaba de las rolas sabinianas. 

El segundo concierto fue en el estadio de beisbol acero del Parque Fundidora, el cual estuvo a medio reventar, a ese asistí con mi ahora adorada esposa y mi ahora compadre Enrique y creo que ahí nos encontramos a Memo Aldape. Después del concierto fuimos a buscarlo al backstage pero los guaruras no nos dejaron pasar. Hasta le pedimos a mi no todavía adorada esposa que le coqueteara al guardia para que nos dejara pasar, pero fiel a sus principios hizo caso omiso a nuestra sugerencia. Estuvimos un buen rato esperando, sin conseguir nada hasta que nos retirarmos. Al día siguiente, en casa, la menor de mis hermanas me dijo: "de lo que te perdiste estuvo Sabina en el Tierra Luna (un restaurant-bar en la Huasteca) después del concierto y hasta se aventó un palomazo con la raza, hablé a la casa por teléfono para avisarte pero no estabas". Lo que son las cosas, uno que lo busca y no lo encuentra y otra que sin deberla ni temerla casi comparte mesa y copas. 

El tercer concierto fue en el Auditorio Coca Cola y ocurrió dos días después que Serrat se había presentado en ese escenario. En el concierto de Serrat al cual asistí con mi todavía no mi adorada esposa y el tampoco todavía compadre Enrique, Joaquín ya se encontraba en la ciudad y asistió al concierto del nano. En una oportunidad, Serrat hace el comentario que Sabina se encontraba presenciando el concierto por lo que Joaquín sale de tras bambalinas y tras saludar a la audiencia se planta frente a Serrat, se hinca y se quita el sombrero inclinando levemente la cabeza. Obvio que el auditorio, que lucía lleno, prorrumpió en una gran ovación. 

En su cuarta visita, creo, a Monterrey Terra organizó en su página una sesión para conversar vía internet con él, para ese entonces yo estaba ya felizmente casado y trabajaba por mi cuenta por lo que me di cita frente a mi compu a la hora de la sesión. Una vez que empezó, después de una pequeña presentación, se desplegarón en pantalla un sin fin de comentarios y preguntas de cibernautas que seguían a Joaquín, la mayoría, sentía yo, comentarios obvios y de sobra y preguntas, para mi gusto, muy tontas. Fue entonces que me pude meter y escribí mi pregunta: 

ralero>"Joaquín ¿cuándo sale una producción a duo con Serrat?" 
JOAQUIN SABINA>"eso no sería una producción, sería un milagro y los milagros no se producen, pero quién sabe..."

Al día siguiente su respuesta fue publicada en el Norte utilizándola como el título de la crónica en la segunda página de la sección de espectáculos: "Producción con Serrat sería un milagro", en la que obviamente aparecieron mi pregunta y su respuesta. (Desgraciadamente, años después, mi esposa tiró el periódico que guarde, por obvias razones, creyendo que era papel viejo sin importancia, hoy se arrepiente de ello).  Esa ocasión el concierto fue en la Monumental Plaza de toros, presentando su disco "19 días y quinientas noches" fue precisamente un 12 de febrero con mariachi y mañanitas. A ese concierto asistí con mi adorada esposa, dejando con su mamá a nuestra pequeña hija de 37 días de nacida. 

Días antes del concierto mi cuñada venía de Guadalajara para Monterrey y en el avión se encontró con un tipo vestido con un chaleco y bombín y hablando españolado y con muchos coños. Total después de saber que era Sabina (que para ella x) y pensarlo un momento lo abordó y le pidió un autógrafo para mí y mi adorada esposa (o, más bien, para su hermana y su marido, que soy yo) el cual, con su despreocupada letra y el barquito característico, conservo entre mis recuerdos de boletos de conciertos, recortes, fotos y cosas de esas que atesoramos a lo largo de la existencia.

La quinta ocasión que se presentó en Monterrey fue en el Auditorio Luis Elizondo en la gira “Nos sobran los motivos” el cual fue con teatro lleno al cual acudimos sin falta mi adorada esposa y yo. La sexta presentación fue para el disco “Vinagre y Rosas” con una Arena Monterrey llena a la cual acudimos con los compadres Enrique y Laura. El concierto número 7 fue con Serrat (¡y se hizo el milagro Joaquín…! Le gritaba yo desde mi asiento) en la gira “Dos pájaros de un tiro” también en la Arena Monterrey el cual el cual disfruté con mi adorada esposa asistiendo con sendas camisetas alusivas a la gira, diseñadas y mandadas a hacer por nosotros. La octava visita del flaco fue en la gira “El Penúltimo Tren” cita a la que fielmente acudimos mi adorada esposa y yo, al igual que al noveno concierto, otra vez con Serrat, de la gira “Dos pájaros contratacan” en la cual presentaron el disco “La Orquesta del Titánic” con letras y música de ambos maestros y en el que pudimos estar presentes también mi adorada esposa y el que arriba signa.

Todos los conciertos han estado perrísimos, la mayoría de sus rolas me gustan, sus letras es de lo mejor (y de lo poco) en la literatura musical en español. Quizá Sabina no sea un dechado de virtudes y mucho menos un ejemplo a seguir, y quizá no debiera de seguirle tan de cerca por lo escandaloso de algunas de sus letras y más de sus acciones y declaraciones pero en lo que a mí concierne, la creatividad en la letra y música, es un personaje a respetar y al cual dar su reconocimiento.

Como dijo un no connotado arquitecto, músico, poeta y loco: “Quizá Sabina representa todo aquello que siempre quise ser y hacer y que, gracias a Dios, no hice ni soy...” (ralero /Gira “El Penúltimo Tren, 2011), pero pocas cosas hay en el mundo como estar en un concierto de Sabina con tu mujer a un lado, con una cheve en cada mano cantando con el flaco.



¡Feliz cumpleaños, Joaquín…!!!

1 comentario:

  1. Ufff! Qué gran historia! Gracias por compartirla, hasta me emocioné leyendo! Me encanta que los 2 sean fieles a Sabina,qué suerte!

    Hay que ser feliz aunque sea por joder y yo soy feliz, al igual que ustedes, con el degenerado!

    Saludos desde Costa Rica!

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