Mi banda sonora

Blog en el que se publican notas y videos relacionados con las canciones y autores de mi preferencia por su letra o su música (o porque me da la gana) y que han formado parte de mi historia.

sábado, 31 de agosto de 2013

AVES DE PASO

 "Aves de paso" es una rola con un buen estilo rock pesado light que, a mi parecer, es un especie de homenaje o reconocimiento a esa mujer que no fue la de tu vida, que quizá te topaste con ella en algún bar, una fiesta o simplemente durante tres pisos en un ascensor; aquella que te robó el aliento, una sonrisa, un mal pensamiento, un beso o una noche; aquella que no te preguntó si la querías o, ni siquiera, tu nombre.
 
Cabe aclarar que no es mi caso y que, que si pudiera haber cualquier parecido con alguna parte de mi vida, es mera coincidencia.

Con letra de Joaquín Sabina y música de él mismo y Pancho Varona es la sexta rola del disco "Yo, me, mi, contigo" producido en el año de 1996, del cual se vendieron 200 mil copias.
 
Me gusta la canción por su música, por la idea de la letra y porque evoca aquella época de la vida del hombre en la su vida gira alrededor de la búsqueda de una mujer y como bien dice un casi poeta regiomontano:

“Es preciso besar algunas chicas dormidas antes de encontrar a tu Bella Durmiente”
ralero
  14 FEB 2007
 
 

AVES DE PASO
 
A las peligrosas rubias de bote
que en relicario de sus escotes
perfumaron mi juventud.
 
Al milagro de los besos robados
que en el diccionario de mis pecados
guardaron su pétalo azul.
 
A la impúdica niñera madura
que en el mapamundi de su cintura
al niño que fuí espabiló.
 
A la flor de lis de las peluqueras
que me trajo el tren de la primavera
y el tren
del invierno me arrebató.
 
A las flores de un día
que no duraban,
que no dolían,
que te besaban,
que se perdían.
 
Damas de noche
que en asiento de atrás de un coche
no preguntaban
si las querías.
 
Aves de paso,
como pañuelos cura-fracasos.
 
A la misteriosa viuda de luto
que sudó conmigo un minuto
tres pisos en ascensor.
 
A la intrépida “cholula” argentina
que en el corazón con tinta china
me tatuó “peor para el sol”.
 
A las casquivanas novias de nadie
que coleccionaban canas al aire
burlón de la “nit de Sant Joan”.
 
A la reina de los bares del puerto
que una noche depués de un concierto
me abrió
su almacén de besos con sal.
 
A las flores de un día
que no duraban,
que no dolían,
que te besaban,
que se perdían.
 
Damas de noche
que en asiento de atrás de un coche
no preguntaban
si las querías.
 
Aves de paso,
como pañuelos cura-fracasos.
 
A Justine, a Marylin, a Jimena,
a la Mata-Hari, a la Magdalena,
a Fátima y a Salomé.
 
A los ojos verdes como aceitunas
que robaban la luz de la luna de miel
de un cuarto de hotel, dulce hotel.
 
A las flores de un día
que no duraban,
que no dolían,
que te besaban,
que se perdían.
 
Damas de noche
que en asiento de atrás de un coche
no preguntaban
si las querías.
 
Aves de paso,
como pañuelos cura-fracasos.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario